domingo, 10 de septiembre de 2017

Dos al hilo, no? Y la sensación de estar perdida va en aumento. Todo me supera y es sentir que tengo todo tan claro, pero que justamente está todo fuera de control. Vivo despidiéndome de gente, generando lazos que en poco tiempo tengo que mantener, a la distancia, y que me duele pensar que no sean lo suficientemente fuertes. No soy capaz de ver mi propio futuro, no me proyecto. En realidad, sí, lo hago, pero me veo en este ritmo loco, sin nada ni nadie fijo y me asusta, me da miedo. Me asusta no ser capaz de ser buena en lo que quiero hacer y quedarme sin nada. Me asusta pensar que todo sea una mentira que me obligo a creer, que el no querer asentarme acá, el querer dejar todo sea algo que no pueda manejar. Es un salto al vacío, un vacío constante con el que convivir. Y vuelven las tristes melodías y las gotas que se arrastran al otro lado del vidrio tampoco ayudan. Y es la soledad manifiesta en todas sus formas, la inestabilidad y la ansiedad. Una vez más, es aprender a caminar en medio de todo sin bastón, sin oídos que te escuchen, sin palabras que te consuelen.

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