miércoles, 5 de febrero de 2014

... y esa noche, el príncipe, hechizado por la bruja la besó; y la princesa, cansada de esperar al príncipe, besó al sapo del estanque. Pero ni la bruja se convirtió en princesa, ni el sapo en príncipe. Así que para el final feliz, habrá que esperar otro cuento.

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