Y al final, reboté contra la misma pared que todos, terminé siendo igual, haciendo lo que tantas veces critiqué, ¿hipócrita?... Lo peor de todo es no tener las razones o los motivos a la vista, es volver sobre el hecho una y otra vez intentando encontrar el momento en el que decidí y no encontrarlo, es no saber como llegó a pasar. Es saber que no tiene que volver a suceder. Darte cuenta que te mandaste una demasiado grande, que te decepcionaste a vos mismo. Pero ya está, es darte cuenta también que la estás piloteando mejor de lo que esperabas, que no tenés tanto remordimiento como deberías...
No hay comentarios:
Publicar un comentario