domingo, 18 de abril de 2010

¿Qué hacés cuando lo único que se te cruza por la cabeza es encontrar la manera de poner tu cerebro en off un rato? Querés colgarle un cartel de "Prohibido Molestar" a tus propias ideas, te sientes gobernado por las ellas, sientes que te olvidaste de escuchar a tu corazón, a tus sentimientos. ¿Qué hacer? Necesitas purificarte, necesitas una larga caminata con la mente en blanco por un lugar tranquilo, por la orilla del mar, por la ladera de una montaña, pero sabés que no es el momento de parar, no, ahora no se puede, tenés que esperar, pero como toda espera se hace interminable. Hay días mas livianos, en los que te sentís el rey del mundo, donde todo deja de importar y crees que no podés estar mejor, a su vez, también te podés levantar y sentís el vacío, el frío de la soledad, las ganas de estar lejos de allí, lejos de todo, ganas de escapar. Envidias a los que llegan, envidias a los que se van. Sentís que vas bien, pero a la vez, sentís que en cualquier momento tu vida da un giro, se pone de cabeza y vas a tener que parar a juntar los pedazos que sobrevivan al sacudon e intentar reordenarlos, como la última vez, de la cual todavía estas tratando colocar las cosas en su lugar. ¿Para dónde vas?¿A dónde querés llegar?¿Acaso ya te olvidaste cuál es tu meta?

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